domingo, 4 de marzo de 2012

El pasado

El pasado es ese algo que te come por dentro,
ese algo que no te deja dormir.
¿Quién dice que no existe el pasado?
El pasado es un fantasma que engancha grandes cadenas a tu espalda.
El pasado no te deja pensar,
invade tu cerebro,
te llena de miedo.
El pasado te hace estremecer cada que regresa a tu mente,
y hace que vuelvan con él las veces que fracasaste.
Las veces que te lastimaron,
te usaron.
Las veces que se burlaron de ti.
El pasado es el ente que se esconde bajo tu cama,
acecha tus sueños.
Espera un momento de debilidad para atormentarte.
Sacarlo de tu mente parece imposible.
El pasado repercute en tu presente.
Daña tu futuro.
Sí, dicen los psicólogos que esto no tiene porque ser así.
Te ahogan en formulas y comportamientos que te ayudarían a superarlo.
Pero, ¿qué saben los psicólogos?
No son psíquicos, ni pueden leer tu mente.
Ellos sólo saben lo que tú les cuentas.
Y de ahí intentan sacar conclusiones que tú, de antemano, ya sabias.
Al final, el único que conoce tu pasado de arriba a abajo eres tú.
¿No es el pasado un montón de chatarra en tu cabeza?
Cómo usarlo a tu favor sería la pregunta correcta.
Embarcarse en el.
Esconderse detrás de el.
No querer salir a explorar.
No querer salir a experimentar.
No querer vivir.
Miedo, terror, pánico.
Lo que sea es pretexto para vivir encerrado en...
Más bien, para vivir encerrado en las personas que conforman tu pasado.
¿Difícil salir?
¿Tienes que salir?
¡Tienes que salir!
¿Sientes no poder?
Crea tus ganas de huir de ahí.
Maldito pasado que vives en mi.
Maldito aún más pasado que vives en él.
Por favor, déjanos ir.
Tú de todos modos pasado eres,
y pasado serás el resto de tus días.

sábado, 3 de marzo de 2012

Fue un placer conocerte...

Me envuelves una vez más con tus fuertes brazos.
¿Me extrañaste?
No más de lo que yo te extrañé a ti.
¿Aún me amas?
Yo también te amo a ti.
Nunca dejé de hacerlo.
Nunca me olvidé de tus hermoso rostro.
Imposible suena no recordar tus caricias,
no recordar tus abrazos.
¿Sabes? Aún mantengo en mi memoria esos besos bajo la lluvia.
Lo tengo presente como si fuera ayer.
Fue un detalle tan hermoso de tu parte,
a pesar de que no te gusta mojarte.
Ha sido de las mejores cosas que me he vivido,
y tu has sido lo mejor que me ha pasado.
Nadie ha podido conquistarme como lo hiciste tú.
No sé que tan malo sea eso,
pero tenerte aquí conmigo es inigualable.
Sí, a mi también me esta constando trabajo todo esto.
Pero, ¿Cómo te sientes ahora?
Me da gusto que te sientas mejor.
Tienes razón.
Lo que nos hizo daño fue especular acerca de todo.
Dejarnos llevar por lo que decía la gente envidiosa.
¡Había olvidado lo bien que besas!
Ya lo sé, estoy consciente de que esto está mal.
¿Y aún así quieres otro beso?
¡Claro! ¡Tómalo! Son todos tuyos.
Yo también creo que lo mejor fue sacarnos la espinita.
Sí, creo que esto ya nos dejará vivir ambos.
Ya podremos seguir sin rencores y eso es muy bueno.
¿O no?
Tu también serás muy dificil de superar,
pero tenemos que seguir.
Además, lo que existió fue bellísimo,
pero seamos realistas.
Ya nada funcionaría igual,
ni siquiera una amistad.
Hay muchas cosas nuevas para nosotros allá afuera.
¿No lo ves?
Ya aparecerán con el tiempo.
¡Por supuesto que lo prometo!
No sabes el gusto que me dio verte de nuevo.
Platicar contigo ha sido genial.
Estoy de acuerdo contigo.
Lo mejor es que esto no se vuelva a repetir.
Ha sido un gusto recordar viejos y hermosos tiempo junto a ti.
Yo siempre los recuerdo sola,
pero tenerte junto a mi y rectificar detalles que yo tenía al revés en mi memoria ha sido sensacional.
Me tengo que ir.
No quiero que se me vaya el camión.
Sólo recuerda una cosa siempre por favor.
Tu siempre serás parte de mi.
Siempre estarás tatuado en mi ser.
Mucho éxito para ti también.
Yo también te amo, y siempre lo haré.
¡Hasta siempre!
Fue un placer conocerte...



En la falsedad de un beso...

Y me sorprendes con un beso en los labios.
Por impulso respondo.
Otro beso en el cuello,
me estremezco.
Mentira tras mentira.
¿Cuántos y cuántas no hemos caído ya en el engaño de tu rostro inocente?
¿Cuántos y cuántas no enredarás entre tus piernas de niña?
Anhelo caído, engaño en pie.
Mundo fantástico, rostro falso.
Gesto hipócrita, vergüenza.
Vergüenza siento al verte ahora.
¿Cómo explicar sin lastimar?
¿No explicar?
Un beso más. No
¡Amigo, amiga!
Advertencia me dan.
Dejarme llevar por un impulso carnal.
Sentimientos que en un rincón piden a gritos no salir jamás.
Saltando de un lado a otro mis ojos no exigen tu presencia.
Intensidad presente en mis manos en tu cuerpo.
¿Resistirse?
La mejor opción
¿Aceptarlo?
El máximo error
¿Caer?
De preferencia olvidarlo.
Sí, olvidarlo, olvidarme, olvidarte,
Morir, morir, pero no por ti.

Desconocidas memorias

Es triste que ahora seamos un par de desconocidos,
cuando algún día fuimos amantes.
Los ojos que me miraron con pasión
ahora sólo muestran rencor.
Los labios que buscaron refugio en los míos
ahora están sellados y no se mueven ni a la mayor provocación.
El rostro que me hacia sonreír con tan sólo un gesto
ahora se torna frío y sin compasión.
Escucho tu voz mientras gotas de agua fría caen sobre mi piel,
y siento tus labios recorrer cada rincón de mi ser.
Tus brazos me protegen de las inclemencias del tiempo,
para después castigarme, lanzarme al abismo,
herirme de muerte sin lograr tu cometido.
Todo por nada, nada por todo.
Verte de esa forma.
Verte distinto.
Verte guapo.
Verte distante.
Verte sensible.
Verte lejos.
Verte frío.
Verte grande.
Verte fuerte.
Al final, de amor morir y verte.
¿Qué importa que sólo sean diez, veinte, treinta minutos?
Una hora, tan sólo un instante.
Recordar y vibrar.
Recordar y odiar.
Recordar y vivir.
Recordar y amar.
Un beso,
un gesto.
Nada,
absolutamente nada.
Te conozco muy bien.
Te conozco de cabeza a pies.
Maldito orgullo que amnesia provocas.
Amor se llama el antídoto a dicho mal.
Pero te vuelves e interfieres entre dos almas que sólo quieren recordar.
Finalmente pasas frente a mis ojos.
Te sientas y esperas.
Yo me muevo de lugar.
Adiós, adiós desconocido.
Adiós, adiós querido mio.

Amigo mio

Sentimientos ocultos detrás de la razón.
Mensaje implícito en la letra de una canción.
Ángeles cayendo augurando un final.
Una guitarra emitiendo un sonido desafinado y sin compás.
Tus ojos en mis ojos. 
Tus labios en mis labios.
Tus manos en mis manos.
El tic-toc en mi mente de un reloj atrasado.
Una vida, un mes, un año.
Distracciones con nombre y apellido.
Sonrisas y confianza sin sentido.
Remordimiento de conciencia por el tiempo perdido.
Conocerte. Quererte.
Como un hermano verte.
Inconscientemente acercarme a ti.
A ciegas arriesgarme.
Entrar a un laberinto sin esperar encontrar la salida.
Concentrar mis energías en alguien más.
Darme cuenta de que no era eso lo que yo quería.
Peor aún, no era él lo que requería mi mente retorcida.
¿Decepción de él?
Para nada
¿Decepción de ti?
Ni pensarlo
¿Decepción de mi?
Seguramente
La guitarra sigue emitiendo ese sonido voraz para mis oídos,
mientras tu cantas deleitando a tus discípulos.
Soledad siento en tu mirada.
Calor de invierno en tus abrazos.
¿Qué pasará después?
Sin seguridad me muevo.
Lo mejor que puede pasar es conservar todo como está.
Espero de verdad tu me aceptes sólo así, sin más.
Amigo mio eres.
Ángel de mis noches frías y obscuras.
Guardián de mis secretos sagrados.
Portador de amor que calma mi ser desesperante.
¿Te puedo pedir un favor?
Nunca me dejes sola.
Nunca te vayas.
Nunca abandones mi alma sedienta de ti.
Simplemente por favor, no me dejes ir. 





Sí y no

Una sonrisa.
Tu voz en mi imaginación.
Me envuelven tus brazos mientras te escucho pronunciar un no, por favor.
No fui yo quien provoco esto.
O por lo menos eso me susurra mi conciencia en un tono de tranquilidad.
No sé si esto es un capricho o es amor.
Lo que sí sé es que imposible no es.
De muerte tampoco es.
Pero no sé si podré sobrevivir con está angustia en mi pecho.
Háblame con la verdad.
Dile a tu corazón que tome un decisión.
No me confundas más.
Ya no quiero llorar.
Quisiera huir muy lejos donde no pueda verte,
donde no pueda sentirte,
donde no pueda abrazarte,
donde no pueda sentirte,
donde no pueda besarte.
Hundida en una desesperación estoy apunto de estallar.
Inmersa en un mar de dudas se encuentra mi mente.
¿Pero, acaso la razón tiene algún lugar reservado en esto?
¿Será que lo estamos llevando demasiado lejos?
No sé cuanto tiempo dure mi desesperación.
No sé cuando mis mueran mis preguntas.
No sé cuando se sequen mis lágrimas.
Lo que sí se es que mi espera no será para siempre.
Lo siento.
O es sí, o es no.