jueves, 31 de enero de 2013

Suspiros de almas en pena

Escucho tu respiración.
Es lenta, profunda, tosca.
No escucho nada más.
Ni siquiera tengo conciencia de donde estoy,
sólo sé que te tengo junto a mi.
Lo sé porque escucho tu respiración que es lenta, profunda, tosca.
Eso me da la certeza de sentirte vivo,
y por ende sentirme viva.
No escucho mi corazón latir.
Tal vez se está ocultando,
siente pena.
No escucho mi respiración,
no quiero llamar la atención,
no quiero llamar tu atención.
Escuché un suspiro.
Lo sentí salir de mi,
sigo viva.
¿Qué tan bueno puede ser?
Y sigues respirando,
seguimos vivos.
Podría decir que damos señales de existir,
pero ambos sabemos que estamos muertos en vida.
A ti te mató un intento de mujer de nobleza,
a mi no sé quién me mató,
mucho menos recuerdo cuándo.
Misterio infeliz en tu respiración.
¿Cómo volver a vivir?
¿Volverás a la vida conmigo?
¿Volveré a vivir contigo?
Mejor dicho,
¿volveremos a vivir algún día?
Misterio en mis suspiros.
No escucho nada,
me estoy acostumbrando,
esto se me está haciendo hábito.
Ya no quiero escuchar nada,
absolutamente nada que no sea tu respiración.

No hay comentarios:

Publicar un comentario